No siempre hay una ruta perfecta en la que hace buen tiempo, no hay polvo, encuentras poco asfalto, la emoción justa, buena comida, compañerismo, risas…
En esta ocasión hubo un poco de polvo y por la mañana hizo frío pero, en general, los que disfrutaron de la excursión se lo pasaron muy bien. Además, comieron de fábula.
La salida, tarde, estuvo acompañada por un poco de niebla y un ambiente frío, típico de invierno. Pronto, en una subida un poco más rota de lo normal, las acompañantes de algunos de los ATV no tuvieron otro remedio que bajarse del vehículo y, por seguridad, subir andando los escasos 50 metros que duró la trialera. Allí se entró un poco en calor. Fue una anécdota ya que el resto de la ruta estuvo llena de caminos, pistas y pequeños enlaces asfaltados entre masías y pueblos de casas tranquilas y cuidadas.
La comida, cerca de Llagostera, se hizo esperar pero finalmente, como siempre, resultó exquisita.
La vuelta al Maresme, por la parte más costera entre Solius y Lloret, nos dejó en la retina bonitas estampas que atravesamos cruzando pequeños ríos por caminos húmedos y vegetación alta.
Si quieres vivir una experiencia como esta, ponte en contacto con nosotros y te informaremos, con detalle, de nuestra próxima vez.
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